Era un cuento sin importancia. No tenía que haber pasado de ahí. Era una de esas bromas que los escritores hacemos utilizando a nuestros parientes cuando no sabemos de qué escribir. Pero alguien lo cogió de mi la bandeja de la impresora sin mi permiso y se lo pasó a todos.
Mi padre se ha fugado con una dominicana, mi madre está internada en un psiquiátrico, mi hermano mayor se ha suicidado colgándose de una higuera, y mi hermana pequeña quiere ser monja o puta, o monja-puta.
Nada quedó como estaba. Lo peor fue lo de mi mujer: me echó de casa, me denunció por maltrato psicológico. Mientras salía por la puerta, mi hijo de cinco años no paraba de gritar: ¡Ya no te quiero! ¡Ya no te quiero!
Relatos hiperbreves del más allá, Manolo Yagüe.
bien,muy ,muy muy ......estoy en casa y no tenemos higuera,ke consuelo,
ResponderEliminar