domingo, 25 de marzo de 2012

QUÉ VOY A HACER YO CON UN PLAYERO



Mi compañero de colegio robaba en las tiendas. Luego, nos íbamos a la parte de atrás del colegio y él trataba de venderme lo robado. Le compré un reloj de pulsera digital, unas cintas de casette vírgenes, un CD de Queen, unas gafas de sol de mujer, un libro de espiritismo, y otras muchas cosas perfectamente innecesarias.
Nos entendíamos bien. A él le gustaba robar, y a mí comprar objetos robados. Además, los precios eran muy buenos. Un día apareció con un playero, un solo playero, el playero del pié derecho. Para qué quiero yo un solo playero, le dije. Mira, es muy bueno, es el último modelo de Nike. Eran las Nike Air. Yo nunca he jugado al baloncesto. Soy bajito y patoso. Creo que es tú número, insistió, como todo buen vendedor. No sé, pero que voy a hacer yo con un solo playero, dije, receloso. Bueno, lo que podemos hacer es que tú te lleves este, a mitad de precio, y yo te robo el pie izquierdo; la semana que viene, te lo aseguro. Es un poco arriesgado, no te parece, traté de persuadirlo.
Me llevé el único playero del pie derecho, escondido en la mochila. No bien estuve a solas en mi habitación, me probé el playero, que relucía como en el anuncio. Pero me estaba grande, muy grande, a decir verdad.
Al día siguiente, no vino a clase. Al tercer día se extendió el rumor de que lo habían pillado robando en una zapatería, le habían detenido, y que sus padres, que estaban divorciados, lo habían mandado interno a un colegio de Inglaterra.
Lo sentí tanto que, aunque me de vergüenza confesarlo, lloré de rabia.


Nike Air Jordan

Relatos hiperbreves del más allá, Manuel Yagüe.


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