Sin embargo, en el fragmento que les presento, García Calvo nos habla con la voz de una filosofía que recuerda la sabiduría oriental, y por qué no a Krishnamurti. ¿Qué cura del miedo? Pregunta harto difícil.
De antemano les diré que para García Calvo del miedo no nos curan ni las religiones, ni las ideologías, ni el poder, ni el capital.
Les dejo con Agustín García Calvo, que ustedes lo disfruten:
Uno siempre ha tenido miedo, no ciertamente desde que nació y no sabía quien era, pero sí desde que empezó a enterarse que era uno y era él.
Dudo mucho que a nadie le guste eso de tener miedo de lo que vaya a pasarle; pero tiene que reconocer que, para ser uno, eso es necesario:
uno está hecho de su miedo (o esperanza -da igual), de tener futuro; y hay algo en él que no, que no le hace gracia eso de vivir futuro;
pero, en todo caso, las cuentas que queden claras: o uno pierde su miedo, y ya no es uno, o sigue siendo uno, pero entonces tiene que tener miedo.
¿Es tan necesario ser uno? [...]"
Registro de recuerdos (contranovela), Agustín García Calvo. Editorial Lucina, 2002.
Vaya pájaro el Zamorano este...
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