sábado, 18 de febrero de 2012

PAUL MORAND EN GALWAY: UN POEMA Y UN VIAJE LITERARIO


Dedico está entrada a Maria Yagüe


En el diario ABC, el día 31 de marzo de 1997, aparece la siguiente explicación referida al poema de Morand:

El volumen, de cuatrocientas páginas, incluye el poema inédito “Galway”, conservado por el académico francés Michel Déon, que fue amigo de Morand y que es el autor del prólogo de esta edición, en el que afirma que la poesía del escritor francés “es un arma de acero templado: ahonda las heridas y descubre el corazón que late desenfrenadamente”.

Quien quiera leer, el artículo completo, o simplemente confirmar el dato, puede ir al siguiente enlace, dentro de la hemeroteca digital de ABC: “Granada publica, por primera vez, la poesía completa de Morand” (31-3-1997).

En mi caso, he llegado hasta Morand y hasta este poema, que el escritor nunca publicó en vida, por un cúmulo de casualidades que empiezan por Apollinaire, de él me llevan a Blaise Cendrars, y finalmente a Paul Morand. Y sobre todo al hecho incuestionable de que me haya fijado precisamente en este poema porque mi hermana María lleva años viviendo en la preciosa ciudad de Galway, que tuve la oportunidad de visitar, junto con sus alrededores, en un viaje de verano maravilloso. De ahí el amor de mi familia por Irlanda.

A la poesía ha de llegarse por vericuetos muy personales. Importan los poemas que nos importan, no los que importan a los académicos. Pero, además Morand es el tipo de escritor fragmentario, reportero, viajero, esperanzado, libre, moderno, que me gusta. Directo a la realidad. Agudo hasta la nausea, descriptor meticuloso y surrealista, autor comprometido. Más actual que toda la poesía de elegancias intelectuales o de etéreas evanescencias abstractas, que se escribe, y todavía peor, publica hoy en día.

Frente a los acantilados de Moher, o ascendiendo en bicicleta hasta la zona más alta de Inishmore, la mayor de las islas Aran, y llegando finalmente hasta el fuerte de Dún Aengus, donde el mundo parece que se acabe en un abrupto tajo de cien metros, y no haya más habitantes en la tierra que un puñado restos prehistóricos.
Os dejo con el poema:

Paul Morand
GALWAY



Irlanda hace muecas de granito,
se enfrenta con la empalizada de todos sus basaltos,
al espacio atlántico.
Permanece ante el cielo nulo
como la idea ante la página en blanco.
Dando la cara a un viento que no viene de ninguna parte,
afrontando un vacío más nacarado que el de las caracolas,
si la isla permite al sol terminar a solas su curso,
es porque ya no hay esperanza al otro lado del mar occidental.
Fuera de Europa no hay más que espejismos, vapores,
muerte, nubes, humores.
Fuera de Europa, nada se decide, nada se condensa.
Sumisa en la interrogación del agua,
la Irlanda de los ojos de ostra llora
todas las lágrimas de su cuerpo de ahogada;
exportadora de lamentaciones,
llora su vida de náyade proscrita y de gran derrotada profesional.
Ella no es sino un agujero en una túnica de ángel,
Un desgarrón en un vestido de hada mendicante.
En vano dispara a la neblina del oeste guiños de faros,
Acantilados de Moher
ondas en círculo,
gotitas de aviones, comas de gaviotas,
gritos miserables,
preguntas húmedas o mensajes mojados.
Y nada responde sino el agua que salpica y que lustra.
Irlanda como su pan color de turba
su centeno color piel de cura,
su pan de poesía, de tumba.
Recula ante un infierno frío,
de verdes condenados, como el buceador, recubierto de burbujas,
un infierno de llamas verdes.
Irlanda lava el umbral desgastado de Europa
hablando a solas, como las locas.





Paul Morand. Editorial Renacimiento.
Traducción de Marie-Christine del Castillo.






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