domingo, 12 de febrero de 2012

SEXO MODERNO


Era una modelo en biquini, delgada,
de piel morena, y pelo rubio.
Salió corriendo del agua, a una playa de arena limpia,
Y mar verde del caribe.
Fue hacia las palmeras, contoneándose y lanzándome miradas de deseo.
Saltó de aquel anuncio, de la televisión a la salita de mi piso.
Vino a mis bazos y se tendió en el sofá
sonriente, dispuesta a dejarse amar
por cualquiera, por mi también.
Sus ojos eran de cristal y se movían muy poco.
Su voz sensual, sonaba metalizada.
De tacto algo plastificado,
y besos de jabón líquido,
su lengua giraba siempre hacia las agujas del reloj.
También me fijé que su piel no sabía a sal.
Y que su pelo era de muñeca rubia.
Las braguitas y el sujetador
eran de tela barata y me manchaban las manos de brillantina.
Tampoco sabía abrazar, ni acariciar,
lo hacía mecánicamente.
Cuando la abrí de piernas
tuve que tirar de una lengüeta de seguridad,
que certificaba que no había sido nunca penetrada.
Lo hice, el sueño tenía que acabar, antes que las baterías.
Al final gemía como un transistor averiado.
Cuando terminé, cerré sus piernas y puse los brazos
a ambos costados, ya casi no se movía.
Me subí los calzoncillos.
Me arrepentí un poco de haberme gastado
tanto dinero con la visa.



Manuel Yagüe Manzanares

No hay comentarios:

Publicar un comentario